martes, 8 de noviembre de 2011

DIARIO DE UN ENCUENTRO

Fiel a su estilo, Ramiro ya tenia todo listo para el viaje, estaba ultimando los detalles cuando una llamada lo hizo cambiar de planes; ahora debia replantear horarios de salida y de llegada, itinerarios, encuentros, etc, pero lo peor de todo era depender de alguin que lo lleve y lo traiga en la ciudad, pues las distancias son muy largas.
Como de costumbre el omnibus llego atrasado, subio, miro hacia todos lados y se hubico en un lugar solo para descansar tranquilo en el viaje, (muy lejos de imaginar lo que el destino le habia preparado).
Habia un algo que no lo dejaba conciliar el sueño, volvio a mirar hacia todos lados y noto que en el asiento contiguo, al otro lado del pasillo viajaba una mujer , la que parecia por la forma de actuar sufrir alguna dolencia, quedo intrigado, recordo que una palabra de aliento en esos casos viene bien, memorizo algun pasaje biblico (que en esos casos sacan de apuro para dar inicio a una conversacion); volvio a mirar y la mujer seguia con su postura, inquieta, nerviosa.

Titubeo, debia vencer su temor a ser rechazado. No lo penso mas, se levanto de su asiento y acercandose le propuso ayudarla a sobrellevar el viaje que parecia se le hacia largo e interminable.
Luego de pensarlo, ella acepto.
Comenzo un dialogo fluido de palabras e historias mas que interesantes de ambas partes, parecia como si se conocieran desde hace mucho tiempo.
En realidad el viaje se hizo corto y distinto. Los dos vajaron en San Luis y luego de intercambiar N°. de celular se despidieron, sin darse cuenta que cupido habia preparado para ellos el mejor de los planes.
Ella maestra, con cinco hijos, separada desde hace algunos años, el jubilado, con dos hijos y divorciado.
Sin siquiera tramarlo comenzo una serie de mens que ambos contestaban al instante, no querian ilucionarse, pero la vida los estaba sumiendo en ese juego hermoso que es el amor.
Quisieron conocerse mejor y pactaron un encuentro, despues otro, luego otro hasta que el jardin del amor florecio en sus corazones e hizo revivir la pasion.
Hoy son felices y disfrutan a cada instante lo que el destino les habia preparado de la mano de Dios.

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